El Templo de las Ocho Cámaras, también conocido como el «Baño de Vapor», es una de las estructuras más importantes en el sitio arqueológico de Piedras Negras, Guatemala. Esta construcción, que data del período Clásico de la civilización maya, se caracteriza por su diseño único y su importancia ceremonial.
El templo está compuesto por ocho cámaras que se interconectan, formando un complejo sistema que se utilizaba como baño de vapor, un espacio sagrado donde los mayas realizaban rituales de purificación física y espiritual.
Este tipo de baño, conocido como temazcal, era esencial en la cosmovisión maya, pues se creía que el vapor tenía la capacidad de limpiar no solo el cuerpo, sino también el alma, preparándola para ceremonias religiosas o actividades importantes. La construcción del Templo de las Ocho Cámaras refleja la maestría arquitectónica de los mayas, quienes lograron integrar funciones prácticas y simbólicas en sus edificaciones. Piedras Negras, uno de los principales centros urbanos del período Clásico, albergaba varios templos, pero el Templo de las Ocho Cámaras destaca por su complejidad y por ser uno de los ejemplos mejor preservados de un temazcal en toda Mesoamérica.